Sin límites, cuando le damos de todo a nuestros hijos
Publicado por Psicóloga Karen Rosado López el 07 de marzo de 2018
Con frecuencia, sentimos que no queremos que a nuestros hijos les haga falta lo que a nosotros nos faltó, desde cuestiones económicas, tiempo en familia, tiempo de juego, etc. lo cual nos lleva, a dar sin medida, a que “no les falte nada”, a que basta con que lo pidan, para que lo tengan.
Desafortunadamente, esto no permite que se genere en los hijos la capacidad de esperar, la capacidad de ilusionarse, motivarse para poder conseguir lo que deseen, y estos procesos son necesarios, para tener un desarrollo saludable a lo largo de la vida. Sin darnos cuenta, en vez de hacerles un bien, les hacemos un mal.
A través de mi experiencia como psicoterapeuta, he visto que es frecuente en la sociedad actual, el miedo de ser “malos padres”, y al querer ser los mejores, lo confundimos con querer ser amigo de nuestros hijos, no debemos olvidar que la labor de los padres es la de educar, enseñar, y forjar las primeras relaciones de amor y cuidado, que sin duda serán las relaciones que nuestros hijos establecerán en un futuro, por lo que “ser papas” va mucho más lejos de “caerles bien” y “consentirlos en todo”, no quiero decir con esto, que me refiero a tener una mala relación con los hijos, podemos llevarnos bien, ser cercanos, tenernos confianza, sin embargo, en los amigos hablamos de una relación de iguales, a diferencia de los padres, quienes son los encargados de poner los límites, y no viceversa.
Ser padres capaces de poner límites, no se relaciona con imponer, con no escuchar, con no ceder en ocasiones, sino todo lo contrario, se relaciona con analizar, escuchar, dialogar, y entender; permitiendo comprender qué es lo permitido, y qué es lo no permitido; pero existe una línea muy delgada entre ser permisivos-poner límites- y querer “robots”, es por eso que, a continuación, les comparto algunos elementos a tener en cuenta, al momento de establecer límites con los hijos:
1) Ser objetivo, no se trata de poner límites por poner, sino más bien, que los límites establecidos a los hijos tengan una razón de ser válida, y vayan más haya de la comodidad propia, es decir buscando lo mejor para los hijos, no se trata de solicitarle que se “porte bien”, o que se “quede sentadito” para que no te distraiga, se trata de poder transmitirle que el límite esta dirigido al cuidado y crecimiento de su persona.
2) Comunica, explica y escucha, dado que poner límites, es con la finalidad de ayudar a los hijos, es importante ser claros al momento de ponerlos, no asumir que los hijos lo saben, si no más bien, hablarlo las veces que sea necesario, no imponer, explicarles el motivo por el cual se les solicita, y escuchar la opinión de los niños, esto nos ayudará como papás a saber qué tan claros somos al momento de explicar y hacerles solicitudes, así como a los niños para sentirse escuchados y ejercitar el pensamiento de lo que se les solicita.
3) Negocia, en algunos casos, será necesario transmitir a los hijos, que sus padres son flexibles, y dependiendo del motivo, pueden hacer algunas excepciones, sin embargo, esto deberá ser al momento de establecer él limite, debido a que si se es posterior, será importante escucharlo, pero ser firme, tal y como lo menciona el siguiente punto.
4) Firme en el cumplimiento, es muy importante, ser firme, contundente, y continuo en el cumplimiento de los límites con los niños, debido a que la constancia es lo que permite que los límites logren dar estructura, es decir, si en una ocasión establecemos límites, pero hacemos excepciones constantes, él limite no se registra y por tanto no cumple su función.
5) Congruente, es necesario predicar con el ejemplo, en este sentido, si el límite solicitado es respetar las cosas de los demás y no tomarlas sin permiso, es importante que si el niño por algún motivo hace lo contrario, por más gracioso que resulte no reírse ante la conducta, para no enviarle el mensaje de que es una conducta aceptada; también es importante que vea que sus padres, respetan las cosas de sus hijos, e incluso entre ellos, respetan la privacidad de sus cosas.
Finalmente, los niños por etapa de desarrollo necesitan límites, mismos que les den contención, los límites les permiten sentirse seguros, les permiten sentir que no están solos, que los límites los protegen, por lo que no dudes en establecerlos.
El presente artículo pretende dar algunas pautas para la gran tarea de ser padres, mismo que espero les sea útil. Sin embargo, si aun sabiendo la importancia de los límites, sientes que te cuesta trabajo establecerlos, o bien, a tu hijo le cuesta trabajo respetarlos, generando dificultades frecuentes en la crianza, es ideal buscar apoyo profesional que ofrezca nuevas estrategias tanto a los padres como a los niños. Quedamos a tus órdenes.
Psicóloga Karen Rosado López
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