Deseo entenderte
Publicado por Psic. Karen Rosado López el 22 de julio de 2019
Uno de los componentes importantes en las relaciones, es la cercanía emocional, en ocasiones pensamos que dado que compartimos mucho tiempo juntos, nos consideramos “cercanos” sin embargo, la cercanía emocional, no la garantiza la presencia física, desde mi experiencia como psicoterapeuta, con frecuencia trabajo con adolescentes que tienen dudas ante situaciones de la vida, o bien, desean algún consejo y recurren a amistades, pero no siempre se sienten con la confianza de acercase a sus padres, y al cuestionarles al respecto, mencionan que sus padres “no los entienden” e incluso también, es frecuente que en el trabajo con parejas, las dificultades en la comunicación, surjan a partir de “no sentirnos entendidos” lo cual genera que evitemos el diálogo y, por tanto, las relaciones dentro de la misma familia, se vayan deteriorando.
Pero ¿por qué no nos sentimos entendidos?, si en la mayoría de las ocasiones, los padres lo que más desean es que sus hijos sean cercanos, e incluso sienten que los entienden, ¿por qué no nos sentimos entendidos? Si es la misma pareja la que nos pregunta qué nos pasa, para entendernos; y es que el proceso de comunicación implica poder ser cercanos emocionalmente para poderte transmitir lo que deseo transmitirte, sin que lo sientas como una crítica o regaño a tus acciones.
Deseo compartirles a través del presente artículo, claves para mejorar la cercanía en nuestras relaciones:
Un primer componente para poder ser cercanos, implica poder escuchar, escuchar sin interrumpirte, escuchar prestándote atención, evitando caras y gestos, escuchar sin estar pensando en cómo defenderme o qué argumentarte.
Posteriormente, algo que es importante para sentirnos entendidos, es ser validados, es decir, mencionarte cómo pienso que te puedes estar sintiendo con lo que me compartes, intentando ser empáticos, y teniendo en cuenta, que todos vivimos las cosas, de maneras diferentes.
Finalmente, el último paso, implica poder dar mi punto de vista, sin plantearlo como una imposición, o como el único camino para resolverlo.
Estas claves, parecen sencillas, sin embargo, en la práctica diaria, parecen más complicadas, pues cuando nuestros hijos nos comparten un problema, rápidamente los interrumpimos, no los dejamos terminar de hablar, tampoco validamos, y simplemente les expresamos “que se ahogan en un vaso de agua” o que la solución es simple, solo tienen que hacer “tal y tal cosa”, sin preguntarles incluso cómo les hace sentir la situación que nos comparten.
De igual manera, en pareja, cuando nuestra pareja nos expresan algo en lo que se sintió incómodo, por ejemplo, “no me sentí cómodo con la manera en la que me hablaste en la reunión”, comúnmente nos defendemos diciendo “tú también lo haces”, es decir, argumentamos, pero no siempre enviamos el mensaje de: “de verdad deseo entenderte”, haciendo sentir muchas veces a la persona que nos habla, “que no vale la pena expresar o compartir nuestro sentir a los padres, o a la propia pareja”, pues sentimos que desde la experiencia, nos sentiremos incluso peor, lo cual sin darnos cuenta genera distancia, en lugar de cercanía afectiva.
Sentirnos entendidos, no implica necesariamente, que tengamos que pensar igual, implica que nos sintamos respetados, validados, sin tener que imponer una ideología única.
Espero estas claves les puedan ser de utilidad, y nos permitan reflexionar sobre la manera en la que nos relacionamos como familia, con nuestros hijos, nuestra pareja, etc.
Si deseas más información al respecto, o bien deseas mejorar la relación familiar, contáctanos, en Psicomérida contamos con un equipo de profesionistas comprometidos en mejorar las relaciones que para ti son más importantes.
Agradezco la confianza en mis palabras, espero puedan ser de su utilidad.
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